“A Sparky le gusta atrapar cocos
en el agua y jugar con otros perros.
¡Ah, y como puedes suponer…
se emociona mucho cuando se
trata de perseguir a los gatos!”
La historia de Amber Lee y de su perro Sparky, un Puerto Rican Sato sobreviviente de crueldad a manos de una mujer con enfermedades mentales en el pueblo de San Lorenzo, Puerto Rico, aunque triste, es maravillosa. Inicia cuando el animal fue captado en vídeo y se volvió viral, a tal nivel que los medios noticiosos del país cubrieron las circunstancias de su caso.
Amber Lee cuenta que, milagrosamente, los veterinarios pudieron salvar a Sparky, y, al ella ser portavoz del Departamento de Justicia, atendió a los medios y la opinión pública para dar información.
“Una vez rescatan y le salvan la vida a Sparky, presento los datos del caso, y pensé que todo había terminado ahí. Pero, tres meses más tarde, por cosas del destino, Sparky vuelve a aparecer en mi vida, esta vez en la televisión, pidiendo que alguien lo adoptara. En ese momento, me di cuenta de que nuestros caminos estaban entrelazados y supe qué tenia que adoptarlo”, cuenta con convencida de su decisión. Desde ese día, destaca que su vida cambió y cómo conoció de primera mano los maravillosos sentimientos que pueden llegar a experimentar los dueños y sus perros. Ahora, Amber Lee disfruta llevando a Sparky a las playas del vecindario.
“A Sparky le gusta atrapar cocos en el agua y jugar con otros perros. ¡Ah, y como puedes suponer… se emociona mucho cuando se trata de perseguir a los gatos!”, cuenta riéndose, al mencionar que fue cuando comenzó a dedicarse más a su perro, que surgió su empresa “Bone and Orange”, dedicada al desarrollo de bandanas para mascotas. Ahora, su vida transcurre entre telas, bandanas y, por supuesto, Sparky.
Actualmente, mientras estudia leyes en la noche, Amber Lee encuentra muy interesante y relajante pasar su día entre el diseño creativo, los perros y la costura.
“Mi meta es desarrollar nuevos productos para cubrir las necesidades de mis seguidores, como productos para ocasiones especiales, cumpleaños y bodas. Es por esto que, cuando comenzó la pandemia del coronavirus, comenzamos la tarea de producir mascarillas (o cubre bocas) que combinaran con las bandanas para mascotas que solemos hacer”, destaca, mientras explica que las mascarillas son hechas en Puerto Rico por un grupo de mujeres sobrevivientes de violencia doméstica y costureras independientes, y que han tenido más éxito de lo esperado inicialmente, especialmente el diseño de una mascarilla de la bandera de Puerto Rico y la bandera de la Resistencia de Puerto Rico (la Bandera de Puerto Rico en blanco y negro).
“Ahora estamos haciendo otros productos con nuestra hermosa bandera, como delantales y bolsas de mano”, comparte finalmente.
Para información sobre los
productos de “Bone and Orange”,
búscalos en la página
www.boneandorange.com, en
Instagram: @boneandorange y en Facebook: @boneandorange.