Por Lic. Shakira M. Santiago Rodríguez
Presidenta Comisión Especial sobre los Derechos de los Animales-CAAPR
Moderadora de Mascotas con calle
¿Crees que tenía que ocurrir un evento pandémico como este para que los animales se manifestaran libremente en su hábitat?
Podemos decir que los animales y la naturaleza se han visto altamente beneficiados del confinamiento que los humanos estamos cumpliendo como consecuencia del COVID-19. Por años, el ser humano ha privado a los animales de aquello que por derecho natural es suyo, además de desplazarlos de su hábitat por medio de la contaminación del aire, agua y sonidos.
Todo lo anterior para satisfacer necesidades económicas. Lo cierto es que al ver a los animales caminar, nadar, volar, explorar libremente, conforme a su naturaleza, puede ser divertido y hasta cierto punto relajante.
Sin embargo, este comportamiento por parte de los animales debe ser la norma y no la excepción. Los animales habitaron este planeta, la única casa que todos tenemos, mucho antes que nosotros y eso les da un derecho de dominio sobre este.
A través de los años los animales nos han enseñado que poseen la capacidad para adaptarse a nosotros; demostrando así que podemos coexistir. Nosotros, por diversas razones, pensamos que los animales deben poseer una capacidad o razonamiento igual al nuestro para ser aceptados en nuestra comunidad. Nada más lejos de la realidad.
Es sorprenderte el que nos impresionemos ante el hecho de que muchos animales poseen características que se pensaba eran exclusivos del ser humano. Decía Charles Darwin: “The difference in mind between man and the higher animals, great as it is, certainly is one of degree and not of kind”. De modo que los animales poseen la habilidad de pensar y sentir las mismas emociones que los humanos.
Cuando regresemos a nuestra vida cotidiana hagámoslo con respeto y empatía toda vez que los animales son parte de nuestro prójimo y, por tanto, merecen un trato digno y humanitario.