Por Francisco Meléndez, DVM 
Presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico

Les genera miedo, ansiedad y puede tener graves repercusiones en su salud. 

La Navidad es una temporada de alegría para las familias, pero puede llegar a ser muy estresante para nuestras mascotas, especialmente a medida que se acerca la Despedida de Año. Dicho estado de ánimo en nuestras mascotas está directamente relacionado a los efectos detrimentales que produce en ellas la pirotecnia. Las mascotas son parte de nuestra familia y es sumamente importante reconocer los eventos que pueden afectar su salud y bienestar. La pirotecnia es, de muchas maneras, altamente peligrosa para nuestras mascotas. 

El ruido fuerte que genera la pirotecnia puede causarles a las mascotas un nivel significativo de estrés, miedo y ansiedad. Cabe recalcar que los animales son altamente sensibles. Por lo general, las mascotas tienen sus sentidos muy bien desarrollados, en especial, su sentido de audición. El ruido de la pirotecnia es extremadamente nocivo para ellas, principalmente, porque su sentido auditivo es más agudo que el de las personas. La pirotecnia no solo genera ruidos estruendosos que asustan a las mascotas, sino que también genera chispas que pueden asustarlas visualmente y humo que puede molestarlas grandemente, debido a su sensible sentido del olfato. 

Desafortunadamente, ante el miedo que les provoca la pirotecnia, muchas mascotas se asustan y tienden a huir para protegerse. Otras mascotas terminan siendo víctimas de accidentes y otras tantas terminan perdiéndose. En ocasiones, los gatos corren detrás de explosivos y, entre varios desenlaces preocupantes, pueden resultar seriamente lesionados. La exposición directa a estos explosivos puede provocar quemaduras serias en los labios, la nariz, los ojos e incluso dentro de la boca. 

Algunos síntomas que pueden presentar las mascotas luego de estar expuestas a la pirotecnia son: ladridos o maullidos descontrolados, agresividad, desorientación, salivación excesiva, jadeos, vómitos, diarrea, taquicardia, temblores y falta de aire. Recuerda que estos síntomas pudiesen ser más severos en mascotas de edad avanzada o en aquellas con condiciones médicas preexistentes (epilepsia, problemas cardíacos o ansiedad severa). Generalmente, los síntomas relacionados duran el tiempo que el animal se ve expuesto a estos eventos, pero, en algunos casos, los mismos pueden estar presentes por un tiempo prolongado, aún después de terminado el evento pirotécnico.

Otra secuela alarmante de la exposición a la pirotecnia es la posible ingestión de material no usado, lo cual puede resultar en una intoxicación. La pirotecnia contiene químicos peligrosos como nitrato de potasio (agente oxidativo), carbón, azufre y agentes colorantes, entre otros. Cuando etos son ingeridos, las mascotas pueden desarrollar problemas gastrointestinales como: dolor abdominal, inapetencia, vómitos y diarreas. De consumir grandes cantidades, la mascota pudiese, incluso, mostrar signos neurológicos que incluyen: convulsiones, temblores e incoordinación. 

Ante el riesgo de exposición a los ruidos causados por la pirotecnia, se recomienda que la mascota esté bien identificada con un collar y/o microchip, como precaución, en caso de que se escape y se pierda. Como parte del proceso de aclimatación, se recomienda dar un paseo y jugar con las mascotas, antes de que comiencen los ruidos. Es importante identificar un espacio silencioso en la casa, donde se sientan seguras y que no puedan escaparse. Se puede amortiguar el ruido, cerrando las ventanas y colocando una música suave de fondo. Estar presente, hacerle compañía y conversar con tu mascota durante el lanzamiento de petardos también ayuda a mitigar los efectos alterantes del ruido. Es aconsejable proveerle un juguete que pueda morder, para calmar la ansiedad. Si la mascota estuvo expuesta al ruido, se recomienda abrazarla o acariciarla, para que se tranquilice. 

Consulta con tu médico veterinario para evaluar si tu mascota puede ser medicada para prevenir y tratar la ansiedad que le generan los ruidos excesivos. Si luego de estar expuesta al evento, tu mascota presenta altos niveles de ansiedad, se recomienda que acudas a un hospital veterinario para que sea evaluada. El médico veterinario podría recomendar que se le administre un tranquilizante o sedante. 

Para más información, llama al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-520-0237 o accede a www.facebook.com/CMVPR.