Por: Lic. Shakira M. Santiago 
Moderadora de Mascotas con calle 

En el 2021 compartimos un artículo en Boripet Magazine en el cual exigíamos la liberación de los animales que permanecían en cautiverio en el zoológico en Mayagüez. Hoy, ¡podemos decir que lo logramos! El evidente maltrato y negligencia a los cuales estos animales fueron sometidos por años y de los que todos fuimos testigos, sirvieron de base para que tanto el gobierno federal como el estatal, así como entidades dedicadas al bienestar animal, impulsaran el cierre definitivo del zoológico y el traslado de los animales a lugares seguros. Recordemos que fueron muchas las manifestaciones a favor del cierre del zoológico, vistas públicas, resoluciones, investigaciones por parte de la legislatura y la prensa, y entrevistas televisivas y radiales, entre otros, los que sumaron los diversos esfuerzos para que esta liberación ocurriera. Hay que aclarar que el traslado de estos animales no se da en el vacío puesto que, en primer lugar, estos serán física y emocionalmente evaluados por médicos veterinarios y expertos en comportamiento animal para determinar si están aptos para viajar. Es decir, dichos traslados requieren de entrenamiento, además de una sólida evaluación, organización, planificación y estructura para responsablemente proceder. 

A esos efectos, la chimpancé Mara fue trasladada al zoológico en Indianápolis, que tiene un programa especializado en la recuperación de su especie. Por su parte, las aves exóticas podrían ir a otra organización en Colorado, aunque los ejemplares de cóndor deberán ser evaluados por el programa de conservación del cóndor del zoológico de San Diego. Unos 140 ejemplares de venados, cabras y ovejas podrían viajar por mar hasta Florida para, de ahí, ser transportados a otros estados. El traslado de la elefanta Mundi y otros animales grandes requerirá un proceso de aclimatación a unos furgones, que serán llevados a Mayagüez, en los que serán transportados. Mientras que los ejemplares de las especies nativas se quedarían en la isla para ser rehabilitados, de ser posible, y liberados. 

Diferentes eventos ocurridos en la historia reciente obligan a la sociedad a preguntarse sobre presunta “utilidad” de un zoológico, entre estos: la muerte del chimpancé Magnum, en el 2022; la muerte de una puma hembra en el 2017 como consecuencia de una hemorragia interna; la muerte como producto de un cáncer metastatizado del león Olosi, en el 2020; el sacrificio de la jirafa Marius, por razones genéticas, en el zoológico de Copenhague; el sacrificio de animales por falta de alimentos durante la crisis provocada por la pandemia en el 2020 son algunos de los ejemplos que se pueden mencionar. 

Recordemos que los animales en cautiverio no se encuentran en su hábitat, lo que va en contra de su naturaleza. De hecho, los animales que crecen o son criados en espacios de cautiverio pueden ver afectadas sus capacidades cognitivas y de aprendizaje, debido a que no pueden socializar con otros de su especie para memorizar habilidades necesarias para su supervivencia. 

El veterinario Bernardo Luque Cuello lo explicó a la BBC con claridad: “Es imposible reproducir el entorno de animales como el león, el tigre o los lobos, por hablar de los más conocidos. Ellos necesitan un territorio amplio, con ríos, con vegetación. Y eso no ocurre en ningún zoológico del mundo. Exponer un animal exótico al público sin ningún fin científico ni social, privarle de su libertad para unos minutos de ‘educación’ es una premisa que no tiene sentido. Una vez me tocó atender la muerte de un león marino que se había tragado una bolsa de papitas fritas. Es que en este tipo de lugares la exposición al ser humano es imposible de controlar y solo están allí para la diversión del hombre”, expresó Luque Cuello. 

Un estudio publicado en el 2014 en la revista Conservation Biology determinó que el 59 % de 3,000 niños entre las edades de 7 y 15 años que visitaron un zoológico no impactaron positivamente el aspecto de la conservación de la especie. De hecho, algunos de los niños que participaron en el referido estudio demostraron que no obtuvieron nuevos conocimientos sobre los animales o del ambiente. El número aumentó al 66 % en aquellos casos en que la visita al zoológico fue realizada sin guía. 

El 30 de marzo de 2023 trascendió en los medios de comunicación que la ballena orca Lolita sería liberada al lugar en el cual fue capturada en el 1970 dados las múltiples irregularidades, actos de maltrato y negligencia cometidos hacia esta en el Miami Seaquarium. ¿Te imaginas estar 53 años en cautiverio, realizando actuaciones en contra de tu voluntad y naturaleza? Basta recordar los meses que estuvimos encerrados durante el 2020 y el consecuente desespero que eso provocó a una gran mayoría de personas. 

Sin duda resulta obsoleto mantener un animal en cautiverio para el entretenimiento humano, tomando en consideración que existen alternativas humanitarias que nos permiten aprender sobre estas hermosas creaturas sin necesidad de capturarlas. El mundo se mueve hacia la liberación animal y Puerto Rico puede dar ejemplo de ello.