Por: Lillian García 
Vicepresidenta Movimiento Social Pro Bienestar Animal (MOSPBA)

Desde el inicio de la pandemia provocada por el Covid-19 el tema sobre el bienestar animal ha estado presente. Para comenzar, diversos estudios documentan y determinan que el coronavirus tuvo lugar en un mercado húmedo de animales; allí se venden animales vivos en pésimas condiciones y son brutalmente asesinados para los clientes que desean comer carne fresca.

Para disminuir la probabilidad o evitar futuros contagios, la Directora de Biodiversidad de las Naciones Unidas y el Dr. Anthony Fauci han reclamado que se prohíban a nivel mundial los mercados húmedos. De hecho, la provincia de Wuhan, China prohibió en mayo 2020 el consumo de animales salvajes mientras que, la provincia de Shenzhen prohibió el consumo de perros y gatos.

Por su parte, la superpoblación de perros y gatos en las calles de nuestro país denota ausencia de responsabilidad social para con estos seres que dependen enteramente de nosotros. Se trata de un problema que data de muchos años que se ha convertido en una crisis que necesita atención inmediata. Sin embargo, también hay que reconocer que muchas personas no cuentan con los recursos económicos para costear la esterilización en clínicas veterinarias privadas, sobre todo ante los retos actuales que enfrenta la economía.

La malintencionada demanda interpuesta por tres médicos veterinarios en contra del Gobierno de Puerto Rico, alegando que una dispensa otorgada por la Junta Examinadora de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, obedeciendo una encomienda asignada por el Gobierno, era nula por contravenir la Ley de Médicos Veterinarios de Puerto Rico. ¿El resultado práctico e inmediato de lo anterior? Paralizar los eventos de castración, esterilización y vacunación de alto volumen ofrecidos libre de costo conocido como Spayathon.

Pese a lo anterior, rescatistas, grupos de bienestar animal y cientos de adeptos a este movimiento se unieron y reclamaron la correspondiente enmienda a la referida ley de veterinarios para que estos eventos, indispensables para disminuir dramáticamente el número de animales realengos en nuestro país, continúen beneficiando a cientos de animales.

Al cierre de este escrito el proyecto que enmendaría le Ley de los Médicos Veterinarios fue aprobado por ambos cuerpos legislativos, restando así la firma de la Gobernadora. De modo que, el efecto provocado por los lazos de valentía nos impulsó a exigir sin tregua la reanudación de una iniciativa que beneficia a nuestras mascotas.

Esta misma intensidad es la que se espera que libere y traslade a los animales del zoológico de Mayagüez, que, como debemos conocer padecen de zoocosis, atención médico-veterinaria, áreas limpias, entre otras necesidades básicas. En estos tiempos, en la cual tuvimos la oportunidad de experimentar de primera mano los efectos de un encierro forzado, existen muchas alternativas para aprender sobre estas hermosas creaturas sin tener que capturarlas y mantenerlas en cautiverio por el resto de su vida.

Llegó el momento de auscultar alternativas compasivas, inspiradoras y educativas. Todo lo anterior demuestra que la era del bienestar animal hizo su entrada triunfal y espera de nosotros que actuemos incesantemente por su reconocimiento y respeto.