Por Lic. Shakira M. Santiago Rodríguez

Presidenta Comisión Especial sobre los Derechos de los Animales-CAAPR
Moderadora de Mascotas con calle

El respeto es un valor que es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por un ser viviente o cosa. La palabra proviene del latín respectus, que se traduce en ‘atención’, ‘consideración’, y, originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto.

El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. Respecto a ello, todos los animales son dignos de ser respetados dado que su existencia es importante, valiosa y necesaria para nuestro diario vivir. 

Para la época pre-socrática, por medio de Plato y Aristóteles, teóricos de la época medieval, entre otros que los siguieron, sostuvieron que los animales, contrario a los seres humanos, no eran seres racionales, conscientes, carecían de inteligencia, ni podían expresarse como los primeros y, por ende, los seres humanos no tenían la obligación moral de respetarlos, mucho menos procurar su bienestar. ¡Cuan equivocados! Respetar la vida de un animal se manifiesta de diversas maneras, por ejemplo: adoptando un animal realengo; esterilizar a tu mascota; optar por alimentos veganos; no auspiciar lugares que utilicen animales para entretenimiento; contribuye conservando su hábitat; adquiere productos que estén libres de crueldad animal; practicando el turismo responsable; dedicándole tiempo a tu compañero de vida; entre otros. 

Respetar a un ser viviente implica tratarlo con amor, paciencia, ternura, y siendo empático con sus necesidades. De modo que, y contrario a lo que muchas personas creen, resulta innecesario poseer un coeficiente intelectual determinado para ser respetado.

El solo hecho de que sientan, padezcan, expresen amor, posean habilidades y capacidades distintas a las nuestras debe ser más que suficiente para respetar a todos los animales. Admítelo, los animales han revolucionado nuestra vida: invertimos mucho tiempo y dinero en brindarles la mejor calidad de alimento, suplementos, visitas al veterinario, entre otros. 

El respeto a los animales parte de ti y de mí. Además de solicitar al gobierno y a las autoridades que fomenten el respeto animal a través de las leyes, es necesario estar conscientes de nuestros hábitos, toda vez que, la conexión humano-animal ha puesto en marcha un sinfín de modificaciones sobre las decisiones que tomamos hacia estos seres tan especiales.