Después del paso del huracán Fiona, la vida en el río se puso algo complicada. Las aguas crecieron y se movieron con mucha fuerza, arrasando con todo lo que encontraron a su paso. Pero ¿qué puede hacer una pequeña bruquena de agua dulce para sobrevivir? 

Pues, me di a la tarea de buscar refugio, así que lo busqué en un lugar inesperado y fue de esta forma como llegué al apartamento escondida en un cubo.

Al principio, estaba un poco asustado y no estaba seguro de este nuevo entorno, pero pronto me adapté a él y me convertí en un miembro más de la familia.

Me encanta jugar en la pecera que habilitaron para mí, aunque sé que esto no será permanente y que, tan pronto me ponga fuerte, me devolverán al río para volver a escalar rocas y nadar entre las plantas acuáticas. 

Pero, por lo pronto, ¡esta bruquena está feliz con una nueva familia! Disfruto de su compañía y de su hogar cálido y seguro, construyendo un futuro más fuerte y hermoso que nunca.

¿Qué es una Bruquena?

Bruquena o buruquena es el nombre dado por los indios taínos de Puerto Rico al cangrejo de agua dulce, que es endémico de la isla. Su nombre científico es Epilobocera sinuatifrons. Es de color marrón rojizo oscuro en su exterior y de color claro por debajo. Se alimenta de peces y camarones.

Se mueve principalmente durante la noche y puede respirar fuera del agua, siempre y cuando esté húmedo. Las hembras son más grandes que los machos y suelen reproducirse en los últimos meses de primavera y verano. Durante la reproducción, la hembra retiene los huevos en su abdomen y libera a los jóvenes cangrejos, los cuales son totalmente independientes, una vez liberados.

Clasificados como animales crustáceos, los cangrejos de agua dulce poseen un esqueleto externo compuesto, en gran parte, por una sustancia llamada quitina. Tienen cuerpos segmentados y apéndices que se pueden dividir en tres partes: cefalotórax, tórax y abdomen.

Además, son una parte importante de los hábitats acuáticos en los ríos, los lagos y las quebradas de la isla.