Sin duda, Instagram es una de las redes sociales que más fotos curiosas y hermosas presenta de los animales y, para Yaritza Trinidad Oyola, también sirvió como fuente de inspiración, ya que siempre quiso adoptar a un perro o a un conejo, y pasaba mucho tiempo observando las imágenes de los que más le gustaban.
“A cada rato le enseñaba a mi novio fotos de conejitos por Instagram y cómo los dueños cuidaban de ellos, para ver si lo convencía. Un día me llamó por FaceTime y me dio la sorpresa de que había conseguido un conejo, me lo enseñó y quedé enamorada y culeca con él desde que lo vi”, comenta Yaritza, al recordar cuando esta singular mascota, un hermoso y goloso conejo blanco de Hotot, se convirtió en parte de su vida.
“Gazú es un conejo comelón. Le encantan el guineo, las uvas verdes y el mangó. Si tienes una de estas frutas en tu mano, dalas por perdidas”, destaca la cagüeña, al agregar que es un conejito travieso, al que le encanta esconderse.
“Además, le encanta morder lo que no es suyo, ya sean cajas de madera o las sillas del comedor. Pero es cariñoso cuando se lo propone, le encanta los ‘head rubs’ e identifica cuando uno está triste o solo, y te busca la vuelta para que dejes de pensar en lo que te incomoda, ya sea trepándose encima de ti, persiguiéndote o dándote vueltas”, dice entusiasmada Yaritza, quien también describe a Gazú como “muy observador y presenta’o”.
“Le encanta meterse en su cajita a comer heno y observar lo que los demás están haciendo a su alrededor, ahí está él, al lado tuyo”, resalta.
Yaritza dice que los conejos requieren de un cuidado diferente a otros animales, sobre todo en lo que respecta a la alimentación, ya que necesitan ciertos alimentos como vegetales frescos y frutas específicas, heno 24/7, pellets, dependiendo de su edad y peso, buscar quien lo cuide y lo más importante, buscar un veterinario que sea especializado en conejos, ya que estos se consideran como “animales exóticos”.
“Gazú es lo que llaman un conejo ‘roam free’, o sea, no está en jaula, por ende, todo lo que es cable y madera, hay que tener cuidado porque lo va a morder o romper y hay que estar pendiente a él”, explica Yartiza, al aceptar que el costo de su cuidado es alto, por todos los cuidados que hay que brindarle.
“La parte más reconfortante de tener un conejo como mascota es poder ver esa carita tan chulita que ponen y saber que lo estoy haciendo bien. Sentir esa confianza que me brinda mi mascota al saber que se siente bien y feliz conmigo. A pesar de que requiere mucho cuidado, cuidar de él es mi terapia. A veces me preguntan si lo cambiaría por otro tipo de animal y mi respuesta siempre será que no”, enfatiza.
“Me encanta cuidar de él y verlo, aunque sea durmiendo. Cuando se queda con Tatiana (su Pet Nanny), el ambiente se siente vacío, como si faltara algo. ¡Él es mi bebi (así le digo de cariño) y no imagino mi vida sin él, en lo absoluto!”, dice.
A quienes desean adoptar una mascota, Yaritza les recomienda que lo primero -y lo más importante que deben tener- es el compromiso.
“Los animales son seres especiales que merecen amor, cariño, comprensión y, sobre todo, respeto. Ya que formarán parte de tu familia. Si puedes, tienes y quieres tener ese compromiso de adoptar un animal, el cual te hará reír, te dará amor y cariño y querrá estar contigo en las buenas y en las malas, te digo que vayas por ello. Créeme, ten fe y te doy mi palabra, que no te vas arrepentir. #AdoptDontShop”, concluye diciendo.