El Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa, es conocido por su voz y su música y, en 44 años de trayectoria como cantante profesional de salsa, ha demostrado su amor por Puerto Rico, desbordando su talento sobre los escenarios y poniendo nuestra bandera en alto, presentación tras presentación.
Sin embargo, esa no es la única manera en la que el cantante muestra su compromiso ciudadano, pues, como parte de este rol forma parte de la nueva campaña “Tenencia Responsable: Nos toca a todos”, del Movimiento Social Pro Bienestar, de la cual es el protavoz.
Sin embargo, aunque acepta que los animales, tanto los domésticos como los que estaban en la calle, siempre le producían empatía, no fue hasta más adelante en su vida que el intérprete de éxitos como “Que alguien me diga”, “Vivir sin ella” y “Conteo regresivo” tomó conciencia sobre estos y, a pesar de su ajetreada carrera, comenzó a tener mascotas. Así, el rescate de Tito hizo que aflorara su pasión por los animales y que esa empatía que tuvo antes cobrara un nuevo sentido para él.
“Tito fue nuestro primer rescate. Fue en ese momento que sentí y entendí bien el problema y la responsabilidad que conlleva tener una mascota”, resalta Gilberto, al recordar que sus primeras mascotas llegaron a su vida a través del mismo núcleo familiar y cuando ya era un adulto, con una carrera bien establecida.
“Con todas me identifiqué mucho y con todas ellas fui aprendiendo algo nuevo… hasta el día de hoy, sigo aprendiendo porque es bien interesante”, dice, entusiasmado, de las enseñanzas que recibe de sus adorables Tito, Cuqui y Nala.
Para Gilbertito, sus mascotas son, simplemente, parte de la familia y es enfático en su definición: “Una mascota no es un adorno ni un juguete, ni una pieza que está ahí, ni un guardián de seguridad. Es parte de la familia”, subraya, para contar algunas de las anécdotas favoritas con sus mascotas.
“¡Yo tengo muchas anécdotas! Pero, recuerdo con mucho cariño a Cobby, un bulldog inglés que tuve, que era bastante travieso en su edad temprana. Un día hubo una lluvia que provocó una inundación y fui a buscarlo al patio. Él se metió en un lugar en el que prácticamente quedó atrapado, mientras el agua seguía subiendo. Por primera vez, me miró a los ojos y parece que entendió que yo era el único que podía ayudarlo en ese momento. Yo le di la instrucción de por dónde salir y él me fue siguiendo, cosa que no era usual, porque él era muy independiente y travieso; recuerdo eso con mucho cariño”, dice, emocionado.
Pero la más reciente ocurrió mientras se grababan sus intervenciones para la campaña de MOSPBA.
“Cuando hicimos la foto, yo apostaba a que íbamos a tener problemas con Tito, que es el mayor de los tres, ya que es muy independiente y territorial, y resulta que fue el mejor que se portó de todos. Fue un modelo ejemplar”, cuenta aun un tanto incrédulo, pero divertido.
Sin embargo, lo que es indudable es que, para Gilberto, ya no hay vuelta atrás a una vida sin mascotas. “Ya no. A esta altura, no veo mi vida sedentaria e incompleta, sin una mascota”, enfatiza con convicción.
“Al principio yo no quería tener mascotas porque, primero, no podía tener el tiempo correcto para atenderlas y, segundo, porque, como todos bien saben, cuando llega el momento de despedirse de ellas, los que queremos mucho a nuestras mascotas, sufrimos mucho, pero, después entendí que es un proceso de la vida. Entendí que cuando muere una mascota, pues busco otra, para darle la calidad de vida que le di al anterior y eso me enseñó a manejar [esta situación]”, destaca.
Al comentar sobre su participación en la campaña del MOSPBA sobre tenencia responsable, menciona que la invitación para acompañarlos llegó de parte de Beatriz Rodríguez, una colaboradora.
“Más que una colaboradora, nos enseñó a nosotros a manejar el asunto de los rescates y de las ayudas a otros rescatistas”, resalta Gilberto, al añadir que “se lo agradezco mucho, porque creo que es una campaña muy bonita”, que le permite cumplir con una responsabilidad ciudadana importante.
“Siento que esta posición que yo pueda tener como cantante puede servir para algo bueno para la sociedad, [algo] bueno, para los animales y bueno para los seres humanos: crear un poco de conciencia, sobre todo en aquellas personas que no son necesariamente amantes de los animales. Así que yo me siento súper orgulloso de pertenecer a esta campaña”, enfatiza satisfecho.
Para las personas que están considerando tener una mascota, el mensaje de Gilberto es claro y contundente.
“Lo primero es que, como ya les dije, [una mascota] no es un guardián, no es un juguete ni un adorno. Es una gran responsabilidad. Les va a dar mucha satisfacción contar con ese amor incondicional que da una mascota, pero hay que mucha conciencia del compromiso [que conlleva]. Me gustaría extender eso al problema que tenemos en Puerto Rico de los animalitos realengos. Siempre le digo a la gente que traten de ayudarlos. ¡Ayúdelos, si puede y, si no puede ayudarlo, por lo menos no los maltrate, pues es importante eliminar el maltrato e incluirlos en el orden de las cosas que queremos mejorar en el país!”, exhorta, finalmente.