“Mi mascota es uno de los perritos más alegres y extrovertidos,
y es muy juguetón”

Nugget es un perrito chihuahua que hace dos años llegó a la vida de Mariangely Reyes Ayala, de Naguabo, Puerto Rico, cuando su esposo lo llevó a la casa con tan solo dos meses de nacido y, desde ese día, se convirtió como un hijo para ella.

La forma de la cabeza de este chihuahua de pelo corto es parecida a un venado o a una pera y llama la atención por su pelaje de tonos color caramelo y manchas blancas.

“Mi mascota es uno de los perritos más alegres y extrovertidos, y es muy juguetón. Aunque no lo crean, es muy sociable y cuando llegan visitas a la casa, lo primero que busca es su pollo para que tú se lo tires y juegues con él. Y si no lo hacen, Nugget se acuesta en el piso al lado del juguete y pone su carita triste. ¡Es muy curioso!”, comenta Mariangely, quien añade que hace poco ella y su esposo vivieron un momento muy difícil cuando tuvieron que llevar a Nugget de emergencia al veterinario porque se puso muy grave.

“Ese día, Nugget salió al patio a jugar, como de costumbre, y minutos después llegó a donde mí, casi sin poder caminar. Estaba triste y sus ojitos y su cabeza no paraban de dar vueltas, y cuando trataba de caminar se caía. No reaccionaba a nada y, en ese momento sentimos que lo íbamos a perder”, recuerda con angustia Mariangely, al detallar que lo llevaron rápidamente al veterinario, donde permaneció dos días en tratamiento.

El diagnóstico fue una infección en el oído que le afectó una pequeña parte del cerebro, lo que provocó que tuviera vértigos y desbalance. Aunque todavía mira de lado y no escucha muy bien de un oído, sigue su entrenamiento.

“Gracias a Dios, vemos mejoría y, a pesar de lo que le pasó, es un perrito muy feliz y enérgico. ¡El mejor momento de nuestras vidas fue cuando lo buscamos en el hospital veterinario y llegamos a casa, la alegría que sentí ese día fue incomparable!”, asegura Mariangely, quien enfatiza que no se imagina su vida sin Nugget. “Sería como perder una gran parte de mi corazón. ¡Este pequeño le roba el corazón a cualquiera!”.

Para Mariangely, el maltrato a los animales es la forma más clara de ver la maldad y lo poco humana que puede ser una persona.

“Es despreciable maltratar a unos animales indefensos e inocentes. En fin, el abandono es una crueldad, ya que muchas personas abandonan a sus mascotas en las calles (y las dejan) pasando frío y con hambre, sin pensar que también sienten y padecen. ¡Dile no al maltrato de animales!”, exhorta finalmente