Para Iria Bignami, fotógrafa de profesión, la vida sin sus mascotas sería muy aburrida. Y es que su vida de familiar se complementa con Sachi y Meri, dos mascotas que son parte vital de su vida.

“Me imagino la vida bien aburrida, sin nadie que me salude al despertar o que me reciba al llegar a la casa con esa emoción y ese cariño que solo estos animalitos saben dar”, comenta Iria con emoción.

“Sachi llegó a través de una amiga que había adoptado a su hermanita y solo quedaba él por adoptar”, recuerda Iria, mientras agrega que, cuando ella y su familia vieron a Meri se recordaron de su primer chihuahua que era de pelo largo. “¡Nos enamoramos! ¡Es la primera princesa de la casa!”.

Al describir a sus mascotas, Iria contrasta sus personalidades.

“Sachi tiene 4 años, es bien tranquilo, aunque juguetón; y le encanta hacer trucos… es súper inteligente y aprende rápido”, destaca Iria con evidente orgullo. Mientras que Meri, la querendona de la casa, tiene 8 meses. “¡Es un torbellino de energía! Le encanta morder, molestar, jugar y dormir”, dice entre resignada y divertida.

Aunque, acepta que lo más difícil de tener mascotas es que, como los seres humanos, se enferman y se ponen viejitas, de otra parte ofrecen compañía y amor. “¡Son un antidepresivo natural!”, exclama.

A quienes están considerando agregar a un nuevo miembro a su familia en una mascota, Iria les recomienda que no las compren ni en tiendas ni en criaderos.

“¡Adopten! Sea de raza o no, los perritos rescatados son bien amorosos y agradecidos”, finaliza diciendo.