Mariel y Marcus Aurelio conforman una pareja singular. Ella es una teniente de la División de Vehículos Hurtados de la Policía, en Aguadilla, Puerto Rico; y Marcus -o Macho-, como cariñosamente le llama su familia, es su amado can de servicio, un pastor alemán Southern Wind peregrino, que está certificado como un perro de alerta médica por la Asociación Americana de Diabetes.
Según contó Mariel, Marcus fue adiestrado y certificado en México, luego de que en España se iniciara el programa piloto de perros de servicio para diabéticos que pueden percibir los cambios en los niveles de azúcar en la sangre que causan cetoacidosis. Pero ¿cómo puede un perro sentir las alteraciones de los niveles de azúcar en el ser humano?
“Cuando la azúcar en la sangre comienza a bajar precipitadamente, las células del cuerpo secretan desechos en forma de acetona, siendo una señal de estas cuando entran en estado de cetoacidosis. Nosotros, los humanos, no sentimos este olor, pero Marcus sí puede percibir esa señal de mi cuerpo. De inmediato se acerca, huele para confirmar y procede a tocar con su pata delantera mi reloj de la muñeca derecha”, explicó Mariel sobre su compañero canino que está con ella 24/7. Pero, Marcus va más allá, pues, como contó Mariel, “Marcus se las sabe todas”, porque fue adiestrado para ello.
“Te puedo decir que el trabajo que hace Macho, como le decimos de cariño, tiene dos particularidades. Cuando él me avisa, no solamente me alerta de que mi azúcar está bajita, sino que me notifica que mi azúcar está activamente bajando a gran velocidad y sigue bajando. Cuando él me avisa, yo verifico mis niveles con el glucómetro y, según el nivel que indique, yo tomo las medidas necesarias para detener la baja súbita de azúcar. Ya cuando Macho deja de percibir el olor a acetona, se acuesta tranquilo y esa es la señal de que mi azúcar se estabilizó’’, relató Mariel, maravillada de lo que hace su campeón.
¿Y si la azúcar está alta? ‘’Los perros de servicio para diabéticos no se certifican para la azúcar alta porque ese olor, el cual es como vinagre con china, es muy fácil de percibir y no conlleva peritaje o concentración de parte del can. Poder identificar la acetona es lo que conlleva concentración, atención y peritaje’’, explicó la teniente.
Asimismo, Mariel comentó que, en España, el programa original se realiza utilizando canes de la raza labrador. En nuestro hemisferio occidental se utilizan pastores alemanes de un centro de crianza que produce canes para el servicio de la Administración de Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, en inglés o DEA).
La madre de este increíble can era de la República Serbia y su padre de Alemania (Máximo de Peregrino) ambos ya fallecieron y de este linaje solamente quedan Marcus Aurelio y un medio hermano en Italia. El pasado 11 de agosto, este poderoso y hermoso can cumplió 9 años y se espera que esté realizando su labor de servicio hasta los 14 años, aunque su expectativa de vida es de 16 años.
Mariel y Aurelio seguirán creando historias de amor incondicional, así como de momentos de cuidado y servicio que los unirán por muchos años más. Aunque Marcus es un can de servicio, él también recibe lo mejor de su compañera de vida, que le corresponde con cuidados y amor. Ambos se unieron con un propósito que va más allá de proteger: fomentar un amor de esos grandes que nos hacen reflexionar y estar claros de que el perro es el mejor amigo del hombre, sin duda alguna.
Mariel está agradecida del servicio de Marcus Aurelio y afirmó que el mundo necesita más historias de amores caninos, de gratitud y de compromiso como la suya y la de Marcus Aurelio, porque la vida en equipo es mejor.