Por Tatiana Báez Calderón
Tecnóloga Veterinaria
El parvovirus canino es una enfermedad causada por un virus, que es sumamente contagiosa y muchas veces mortal. Afecta principalmente el sistema gastrointestinal de los perros y también puede dañar el músculo del corazón en cachorros y fetos.
Todos los perros tienen riesgo de contagiarse, sin embargo, los perros de menos de cuatro meses de edad y perros adultos que no han sido vacunados contra el parvovirus canino poseen una mayor probabilidad de sufrir la enfermedad.
El parvovirus se transmite por contacto directo de perro a perro, lugares contaminados o cuando los perros ingieren el virus que se encuentra en las heces fecales de perros infectados. Aún pequeñas cantidades de excreta que contenga el virus pueden servir como reservorio de la infección e infectar a otros perros que entren en contacto con el medio u objeto contaminado. Este virus es muy resistente a las condiciones ambientales extremas como el calor, el frío, la humedad y la sequía, y puede sobrevivir por largos peróodos bajo condiciones adversas, por lo tanto, la limpieza es esencial para evitar su propagación.
Los primeros síntomas de la infección por parvovirus son: pérdida del apetito, fiebre, vómitos y diarreas sanguinolentas, mal olientes y severas. La mayoría de las muertes por parvovirus ocurren dentro de las 48 a 72 horas posteriores al inicio de los signos clínicos. Si tu perro muestra alguno de los síntomas, comunícate de inmediato con su médico veterinario. Este hará el diagnóstico inicial de la enfermedad, basándose en la historia clínica del perro, el examen físico y las pruebas de laboratorio.
No existen medicamentos específicos que eliminen el virus en animales infectados, por lo que se administra un tratamiento de soporte, enfocado a estimular las defensas del animal hasta que su sistema inmunológico pueda luchar contra la infección viral. También se contrarresta la deshidratación mediante el suministro de líquidos intravenosos.
Cuando un perro sufre la infección por parvovirus, el tratamiento puede ser muy costoso y, a pesar de recibir tratamiento de emergencia, todavía puede fallecer. Por esta razón, el diagnóstico oportuno, seguido del tratamiento de emergencia, puede favorecer la recuperación de tu mascota, sin que se presenten otras complicaciones.
La vacunación y la buena higiene son componentes de suma importancia en la prevención del parvovirus canino. Los perros deben recibir la primera dosis de la vacuna del parvovirus canino entre las semanas 6 y 8 de edad. Hasta que el perro no haya recibido la serie completa de vacunaciones, sus dueños deben ser muy precavidos y no permitir que tenga contacto con otros perros o con lugares donde estos se congregan (por ejemplo, tiendas de mascotas, parques, grooming, cuidado y otros).
Para proteger a tus perros adultos, debes estar seguro de que la vacunación contra el parvovirus está vigente anualmente. Pregúntale a tu médico veterinario acerca del programa de vacunación más adecuado para tu mascota canina. Sin embargo, debes tomar en cuenta que, a pesar de que se lleve a cabo una vacunación adecuada, existe un pequeño porcentaje de perros que no desarrollan inmunidad que los proteja y permanecen susceptibles a la infección.