Cuando Thunder, un husky color blanco, llegó a las vidas de Jinelynet Matos y su esposo Christian W. Vázquez, residentes de Bayamón, este había sido rescatado de las calles.

Jinelynet cuenta que su cuñado lo vio en la calle y le ofreció agua y comida. Estuvo varios días publicando su foto e información en las redes sociales, buscando a sus dueños, pero nadie lo reclamaba.

“Pasaron varias semanas y decidimos hospedarlo en nuestra casa, en lo que aparecía su dueño. Thunder nos recibió muy cariñosamente, dejando que lo bañáramos. Al principio comía muy poco y cuando lo llevamos al veterinario este nos mencionó que estaba muy por debajo de su peso ideal”, recuerda Jinelynet al mencionar que el perro pesaba entre 38 a 40 libras cuando se suponía que, por su tamaño y raza, estuviera entre las 55 a 60 libras.

“Cuando lo recibimos tenía aproximadamente tres años. Tuvimos que curarles unas heridas en sus dos patas traseras que sufrió tal vez por el tiempo que llevaba en la calle solo.

Hoy, a casi un año de su llegada a nuestras vidas inauguramos nuestra nueva casa con su presencia. Ahora es nuestra alegría y nuestro primer hijo”, concluye diciendo Jinelynet.